1.- INTRODUCCIÓN
La profesión docente es una tarea compleja, que requiere de gran cualificación para poder afrontar con éxito el proceso de enseñanza. Esta labor compleja únicamente puede realizarse con una adecuada profesionalización, concepto éste que en educación física adquiere mayor importancia por la carencia de un modelo universalmente aceptado de lo que entendemos por eficacia en la clase.
Lo que parece indudable es que para ser profesor de educación física es necesario adquirir una serie de conocimientos pedagógicos y didácticos, a la vez que un conocimiento sobre el contenido de enseñanza, es decir, sobre la actividad física y el deporte. Este “saber o “cuerpo de conocimientos” es lo que identifica el carácter específico de la profesión de profesor de educación física, y uno de los elementos que le identifica como “profesional”.
Al “conocimiento específico” que se adquiere en los centros de formación inicial, vease universidad, se le denomina conocimiento académico, es decir, conocimiento teórico. Este conocimiento, aún siendo importante, debe ser completado con el dominio de las destrezas docentes, con el saber hacer, con la práctica. Cada uno de los comportamientos del profesor en la clase, cada una de las destrezas debe responder a un principio de eficacia , de enseñar mejor, es decir, actuar de tal modo que los alumnos aprendan más.
El comportamiento del docente puede ser diferente en función del grado de profesionalización.
Debemos entender también el carácter incierto de la enseñanza, lo cual nos lleva a considerar al profesor como un técnico que toma decisiones complejas, y que actúa en función de un conocimiento práctico, que él mismo va construyendo en función de su experiencia práctica, la revisión de sus principios teóricos y el intercambio dialéctico con otros compañeros profesionales.
Por tanto, y como punto de partida, existen tres componentes en la formación del profesorado de educación física:
o Principios teóricos que se adquieren como conocimiento académico, es decir, la teoría
o Destrezas técnicas, que son las destrezas docentes, es decir, la práctica
o Reflexión en la acción, que se adquiere con el conocimiento práctico y que supone la conexión entre teoría y práctica
A partir de aquí y teniendo claro lo anterior podemos analizar de forma más exhaustiva la profesión docente y todos los factores que con ella se relacionan.
2.- LOS PROBLEMAS ESPECÍFICOS DE LA ENSEÑANZA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA
Los profesores viven una gran parte de sus vidas en los colegios. No sorprende, por ello, que las características de organización de los colegios y la naturaleza de la vida minuto a minuto que se da en ellas, afecte dramáticamente a la clase de persona en que se convierte un profesor a lo largo de los años.
Los futuros profesores deben conocer el funcionamiento de los colegios antes de empezar a trabajar en ellos. Si tienen este conocimiento, saben de que modo operan y el poder que tienen sobre los profesores, es más fácil su adaptación. Este buen conocimiento es esencial para realizar modificaciones.
2.1. LAS ESCUELAS
Tienden a ser burocráticas. Las líneas de autoridad son claras y con frecuencia rígidas.
Los colegios responden a varios intereses divergentes tales como los padres, los consejos o juntas escolares, el departamento de educación del estado, las organizaciones de profesionales y los alumnos.
Todos los miembros de la organización de una escuela raramente se ponen de acuerdo en los principales objetivos del colegio. Este hecho puede frustrar y complicar la vida del profesor ingenuo; la vida en los colegios no es tan simple.
Los profesores pueden sufrir, al menos potencialmente, hasta que conocen cual es la mejor organización para conseguir que se lleven a cabo determinadas tareas.
Las escuelas tienden a diferir de muchas otras organizaciones puesto que sus éxitos como organización son bastante difíciles de definir. La gente no esta de acuerdo acerca de lo que debería suceder en el colegio. Algunos creen que los colegios existen para enseñar los mecanismos básicos de enseñanza tales como el lenguaje, las matemáticas y el conocimiento de la democracia; otros ven los colegios como entrenamiento vocacional, mientras que otros creen que el crecimiento personal y el autorealismo son los objetivos más importantes. A menudo, la consecución de un grupo de objetivos casi impide la consecución de otros. Algunas escuelas, por tanto, se encuentran en un callejón sin salida.
Los educadores físicos deben encontrar maneras de comunicar a los padres y a otras personas interesadas los objetivos perseguidos por su programa, así como el grado de logro de esos objetivos.
2.2. LOS INICIOS DEL PROFESOR
Los nuevos profesores cuando empiezan tienen muchas características similares, problemas y expectativas. Normalmente, el profesor es a la vez un joven adulto ya que entra en una carrera profesional por primera vez (el sentimiento de la primera entrada es un máximo común denominador para la mayoría de profesores principiantes). Por tanto, empiezan una nueva etapa de su vida que muchas veces supone nuevos amigos, nuevo lugar donde vivir y nuevas responsabilidades. Es la transición de la vida universitaria a la madurez.
Los colegios tienen distintas estructuras de valores que la universidad y los programas de formación. Dichos colegios con frecuencia reflejan valores de la comunidad en que están situados. Los colegios públicos no suelen tolerar a las personas que cuestionan los valores implícitos en la política y los procedimientos del colegio, especialmente cuando los que lo cuestionan son profesores principiantes que acaban de terminar la universidad. Esto suele resultar un gran conflicto para el nuevo profesor.
El primer año de enseñanza suele ser algo complejo y a menudo desconcertante. Los alumnos ponen a prueba a los nuevos profesores y si la prueba revela debilidades podría ser que los estudiantes intentaran llegar más lejos en cuanto a esas debilidades percibidas.
La disciplina suele ser el centro de atención principal en cuanto a los esfuerzos del profesor principiante y puede darse el caso de que no conozca bien las técnicas de disciplina.
El nuevo profesor debe decidir si unirse o no a algún sindicato de profesores; esto puede suponer un problema más, puesto que puede no estar preparado para tomar las decisiones necesarias para la socialización durante el año que comienza en el mundo de la enseñanza.
Uno de los aspectos más difíciles es el de acostumbrarse a las rutinas del colegio y a las tareas extra que se requieren del profesorado tales como control de asistencia, transmitir notificaciones del colegio a los alumnos, recoger dinero, mandar a casa a los alumnos durante los permisos, llevar a cabo tareas de vestíbulo, comedor, tareas administrativas, y otra multitud de tareas que tienden a quitarles tiempo de sus tareas de planificación y preparación para la enseñanza.
El primer año de enseñanza es siempre una historia de horror y el profesor esta inevitablemente predestinado a la decepción. Esto último suena quizá demasiado cruel, paro es la realidad, y la docencia en educación física no es un camino de rosas. Cuanto antes conozcamos estas verdades los alumnos que estamos a punto de salir al ámbito laboral, antes empezaremos a estar preparados para enfrentarnos de una mejor manera a los problemas que conlleva.
Muchos profesores dejan la profesión después de un año con la sensación de que simplemente no pueden o no quieren enfrentarse a la cantidad de problemas con los que se encuentran; otros sin embargo confirman sus aspiraciones e incluso refuerzan su compromiso con una carrera profesional en el ámbito de la enseñanza.
Por otro lado, no es posible crear experiencias para los profesores en formación que sean exactas a aquellas con las que se enfrentarán en su primer año como profesores.
Durante el primer año, como ya hemos dicho antes, la atención del profesor esta mucho más orientada a la disciplina que a la enseñanza. La organización de la clase es a menudo la preocupación principal y la mayor fuente de ansiedad del novel profesor (Mc Donal y Elias, 1983). La organización de la clase y la disciplina están poco presentes en los programas de formación, y esto debería cambiar.
2.3. LOS INICIOS EN EDUCACIÓN FÍSICA
Para los educadores físicos, la relación con los profesores de otros campos puede resultar un problema, a causa, claramente de la ausencia de reconocimiento de su materia, de su aislamiento con relación a sus colegas y de sus tareas que se desarrollan a menudo tras las horas regulares de clase, ya que ellos son también entrenadores de clubes deportivos.
La mayoría de los educadores físicos parecen compartir un problema común causado por la depreciación de su materia. El educador físico debutante puede ser apreciado como persona y puede, incluso, ser considerado como un buen profesor, aunque la educación física no sea juzgada importante por la mayoría de los otros profesores, administradores, padres y alumnos.
Si las personas que ocupan posiciones de autoridad no reconocen tan válida la materia como las otras, los profesores de educación física se arriesgan a enfrentarse a las dificultades para reservar espacios, para procurarse materiales, etc. Si los padres no consideran la educación física una materia importante , influencian de manera directa o indirecta a sus hijos y crean, así, problemas para el profesor. Y por último, si los alumnos no creen importantes los aprendizajes en educación física, sino que lo ven como un momento de divertimento, no estarán motivados para aprender.
Muchos educadores físicos de secundaria entrenan equipos deportivos tras el horario escolar, lo cual les dificulta la asistencia a reuniones de profesores; dicha situación supone un problema más a la hora de la relación con otros profesores y la aceptación dentro del grupo de profesores del centro. Si los educadores físicos quieren llegar a tener más influencia en el sistema escolar, su participación en la vida de la escuela es esencial.
Algunos educadores físicos se sienten excluidos de la vida de la escuela porque no son miembros a jornada completa de la comunidad escolar. Tal empeño exige estar presente en los momentos y en los lugares donde las decisiones se toman, participar en el diálogo y en los debates y manifestar continuamente un comportamiento que indique que la educación física es tan crucial para la misión de la escuela como el resto de las materias ( Locke, 1986).
En conclusión sobre este punto, podemos decir que es claro que uno de los efectos de la vida como profesor es que éste se convierte en una persona distinta.
A pesar de las actitudes que se tengan cuando se ingrese en el campo de la enseñanza , la naturaleza de la vida en los colegios tenderá a empujarle en la dirección de las actitudes y valores propios del colegio. Si el nuevo profesor entiende esas actitudes tendrá la oportunidad de defenderse a sí mismo contra ellas.
2.4. PUNTOS GENERALES QUE ESTAN EN RELACIÓN DIRECTA CON LOS PROBLEMAS MÁS COMUNES EN EDUCACIÓN FÍSICA
A) El profesor en formación es habitualmente una persona que ha tenido éxito en la escuela y que, dada su familiaridad con la vida de los colegios, tiene falsa impresión de conocer su futura profesión.
B) Los nuevos profesores aumentan sus oportunidades de adaptación y de crecimiento en su carrera si se organizan bien, si eligen una estrategia de enseñanza que dominan, si comunican sus esfuerzos a los otros, si crean espacios físicos y programas atractivos, si supervisan su comportamiento y si se implican en las estructuras formales e informales de la escuela.
C) Los obstáculos a los que los profesores de educación física se enfrentan en su carrera en busca de la excelencia son de forma general: el aislamiento, la falta de evaluación, el aburrimiento y la rutina, la falta de apoyo administrativo, los factores contextuales tales como instalaciones pobres, las clases demasiado llenas, el equipo inadecuado y la ausencia de reconocimiento de la materia que enseñan.
D) Los obstáculos fuerzan a algunos profesores a salirse de la profesión, otros permanecen pero se convierten en profesores que no enseñan más y personas que se contentan con “saber las cosas necesarias”.
E) Los profesores eficaces que persisten y continúan mejorándose encuentran su motivación en los progresos realizados por sus alumnos. Sus clases están bien organizadas y los problemas de disciplina son poco frecuentes; mantienen su entusiasmo intentando nuevos acercamientos. Trabajan en colaboración con el sistema escolar para conseguir apoyo para sus programas.
F) Los educadores físicos que compaginan la enseñanza con el trabajo de entrenadores sufren frecuentemente un conflicto de papeles.
G) Son necesarios diversos cambios en el sistema escolar para poner en marcha mecanismos que favorezcan el crecimiento profesional de los profesores: formación de los directores para que evalúen la educación física , estrategias de asistencia para profesores noveles, programas de desarrollo del personal, etc.
3.- RELACIÓN CON EL CAMBIO SOCIOLÓGICO
La educación es un fenómeno básicamente social. Por ello, la educación es siempre la resultante del momento histórico en que acontece, del lugar donde se realiza, de la cultura imperante, de la estructura socio-política vigente. Esto explica como la conformación de cada sujeto se realiza a partir de su entorno. El hombre no nace, el hombre se hace.
Para tener una visión panorámica de la educación actual será preciso identificar cuáles son las características generales de la sociedad actual. Aunque toda generalización respecto a la vida social plantea problemas, empezando por la misma concepción de lo actual, moderno, etc., también es cierto que se camina hacia una progresiva permeabilidad de las fronteras culturales. La entrada en una etapa postindustrial es un ejemplo de común denominador para el mundo occidental.
Por tanto, a continuación vamos a ir hablando sobre cada una de las características más importantes de la sociedad actual, su evolución y posibles repercusiones en el ámbito educativo.
I. Predominio de la vida urbana, lo que ha provocado la disminución de la vida comunitaria, al tiempo que ha potenciado la movilidad física y social:
Este crecimiento de la población urbana ha creado indudables problemas de masificación, con los consiguientes déficits de infraestructuras de todo tipo, incluyendo la educativa. Concretamente han surgido poblaciones marginales , con los consiguientes casos de viviendas inadecuadas, falta de higiene, delincuencia, etc.
El sistema educativo se ha visto muchas veces impotente para atender la demanda de escolarización, de modo que se han prodigado las soluciones provisionales, de tipo arquitectónico y funcional, favoreciéndose la instalación de un sector privado en ocasiones movido por fines exclusivamente lucrativos. Las consecuencias se han hecho notar igualmente sobre el medio rural, donde la despreocupación se ha traducido en un progresivo deterioro de la calidad educativa, expresada en contenido y materiales educativos inadecuados a su realidad. Los mismos profesores no han sido menos sensibles a la atracción hacia las grandes ciudades y ello ocasiona una movilidad constante en el medio rural.
La necesaria atención al medio rural pasa por la incentivación del profesorado, que ha de encontrar motivaciones y recursos para realizar una labor continuada y de calidad. La educación rural no puede tener por finalidad la preparación para emigrar a las ciudades, sino proporcionar una formación que permita optimizar el medio rural, especialmente con vistas al futuro; sin que esto suponga una presión contra el derecho personal de elegir el lugar de residencia.
II. Predominio de los sectores productivos secundario y terciario.
Es bien conocida la influencia del desarrollo tecnológico sobre todos los aspectos de la vida humana. La cantidad de máquinas con un alto grado de automatización son construcciones lógico-matemáticas que ofrecen y hasta imponen un modelo de conducta mental (Prini, 1982). Las máquinas sustituyen al hombre en multitud de tareas.
El dominio de la tecnología constituye un requisito para la adaptación social presente y futura, de modo que la educación tecnológica aparece como objetivo importante en el sistema escolar.
La escuela ha de vivir el progreso tecnológico en sus contenidos, materiales y habilidades, si quiere ser fiel al principio de la demanda social. Deben formar personas con cualificación tecnológica.
III. Constante evolución de los conocimientos científicos, lo que provoca una gran movilidad del mercado profesional.
El reciclaje forma ya parte consustancial del ejercicio profesional. En dos sentidos afecta la evolución científica a la educación. Por un lado se hace imprescindible el acceso a las fuentes de información, y por otro aparece una selección constante de los contenidos adecuados para cada nivel educativo, buscando aquellos que tienen mayor permanencia y son más fundamentales. Este es el principio de educación permanente.
La vida del hombre moderno ya no puede dividirse en una etapa de preparación y otra de aplicación de los conocimientos y habilidades adquiridos; preparación y educación son una constante que dura toda la vida.
IV. Universalización de la información a través de los medios de comunicación de masas.
La información se hace universal e inmediata a través de los medios de comunicación de masas. Prensa, radio, televisión, teléfono, fax, ordenadores, sistemas GPS, etc. son ya soportes imprescindibles de la sociedad actual.
La familia y la escuela han perdido protagonismo ante los medios de comunicación de masas hasta el punto que llegan a ser rivales en el proceso configurador de niños y jóvenes. La solución tampoco esta en el enclaustramiento del sistema educativo frente a tales medios. Es preciso usarlos en el medio escolar y familiar para aprovechar su capacidad informativa y al tiempo fomentar la crítica personal.
El sistema educativo se ha de plantear como objetivo el dominio de los lenguajes audio-visuales.
V. Nacimiento de una conciencia universal, a través de compartir la información y los avances científicos, lo que lleva a plantearse problemas comunes que requieren de la colaboración internacional.
La universalidad de la comunicación, la rapidez de transporte, la interacción de la política internacional, son factores que hacen al mundo pequeño y crean la conciencia de pertenecer a una misma colectividad humana, de tener comprometido el futuro con el futuro de los demás.
La escuela ha de proporcionar una visión global de los problemas que afectan a la humanidad. La creación de una conciencia colectiva mundial es necesaria para erradicar los problemas más graves del hambre, la opresión, la mortandad infantil que aún azotan al mundo. Y dentro de esta conciencia se incluye el respeto hacia las otras culturas, la convivencia en la diversidad, la tolerancia hacia los demás (Martí, 1986). Estas metas se lograrán en la medida en que la escuela sea integradora de todos los grupos sociales, y practique la convivencia cotidiana entre alumnos, padres y docentes. Esto sin duda no es una tarea fácil.
La conciencia universal ha de ser compatible con el conocimiento y cultivo de la cultura nacional inmediata
VI. Participación de todos los ciudadanos en la vida pública a través de las democracias representativas, lo que supone un acceso generalizado a los bienes económicos y culturales.
Todo parece indicar un avance generalizado en el terreno de las libertades públicas: los ciudadanos son partícipes de la política colectiva. El acceso a los bienes económicos va parejo al acceso a los bienes culturales, porque la educación se presenta como uno de los factores más decisivos de la pretendida igualdad de oportunidades.
VII. Pérdida de influencia de la religión, en beneficio de los principios ideológico-políticos y económicos.
Es bien sabido que los valores tradicionales de la sociedad occidental se han visto seriamente afectados por los cambios económicos y estructurales acontecidos. La religión, que había sido la base de la moral colectiva, ha sido suplida en gran medida por los criterios ideológico-políticos y la economía. Esto ha permitido hablar de <> de la cultura occidental, concretada en cambios en las relaciones interpersonales, inversión en el orden clásico de los valores, surgimiento de nuevos comportamientos.
Se dan aspectos positivos para el progreso social y otros claramente negativos. Los primeros tales como la libertad de expresión, el pluralismo ideológico, la crítica social, etc.; y los negativos como por ejemplo el consumismo como meta, pérdida del respeto a la autoridad, el consumo de drogas de todo tipo, cierta degradación de las normas morales, incumplimiento de las normas por sistema, etc.
Existe una preocupación generalizada entre los educadores, que se traduce en una desorientación sobre como actuar en esta situación. El mismo medio social es fuente permanente de contradicciones respecto a los valores, lo cual provoca incoherencias en la labor educativa. Y dentro de la misma institución escolar se dan opiniones contrapuestas sobre valores educativos a fomentar. Esto demanda que la familia y escuela aúnen sus esfuerzos en la búsqueda de valores comunes que hagan posible la convivencia y el progreso social.
VIII. Disminución de la natalidad y aumento de la esperanza de vida, que conlleva un envejecimiento progresivo de la población.
Las consecuencias de esta situación suponen un progresivo envejecimiento de la población. Se exige la educación permanente hasta la tercera edad, al tiempo que se produce una disminución del alumnado escolar.
Con la disminución de los ratios se avanza en la mejora de la calidad educativa aunque con el consiguiente aumento en los costos por alumno.
IX. Freno y disminución del crecimiento incontrolado lo que obliga a una concienciación sobre la necesidad de preservar los recursos naturales frente a la amenaza de su contaminación y destrucción.
Los recursos naturales son limitados y es preciso una racionalización de su explotación. Algunas consecuencias para el sistema educativo han podido ser una disminución de los aumentos presupuestarios, deseo de potenciación de los medios educativos de acción pasiva, disfuncionalidad entre la formación impartida y el mundo laboral,etc.
X. El desarrollo tecnológico y las aspiraciones económico-políticas ponen en peligro la especie humana.
La educación se halla ante el desafío tecnológico que exige su incorporación a las nuevas demandas socio-laborales, al mismo tiempo que ha de colaborar para que la tecnología como fin en sí misma no arrastre hacia la extinción del hombre que la creó.
La educación para la paz constituye una meta imprescindible de todo programa educativo.
4.- EL PROFESOR
Los docentes de Educación Física en los últimos años han dado un paso considerable.
En primer lugar, la formación académica requerida es, desde hace tiempo, reconocida por la Universidad, obteniendo el rango de licenciatura en 1980. Esta formación se sustenta en un conocimiento académico cada vez más sólido y específico.
En segundo lugar, el avance de las Ciencias del Deporte ha permitido de forma continua ir revisando los presupuestos teóricos sobre los que se sustenta la acción docente en la enseñanza de las acciones motrices, a la vez que los profesionales han ido desarrollando un conocimiento práctico más aplicado y fundamentado, como muestra palpable en la intervención didáctica en el aula.
Finalmente se ha avanzado en la reconstrucción de una cultura profesional, donde la mejora de la auto percepción del ejercicio docente ha ido unida a una mayor consideración social del trabajo de los profesores de Educación Física.
Es necesario profesionalizar al docente, es decir, que los profesores de Educación física actúen como técnicos especialistas en la enseñanza de las acciones motrices.
Distinguimos tres componentes del conocimiento profesional:
- Componente de ciencia básica sobre el que se fundamenta la práctica profesional.
- Componente de ciencia aplicada, del que se derivan los procedimientos cotidianos de diagnostico y solución de problemas profesionales.
- Componente de competencias que se relacionan con el saber hacer, con la intervención profesional.
Debemos incorporar a esta concepción de la enseñanza entendida como racionalidad técnica la capacidad para analizar didácticamente lo que el profesor realiza en el aula. Esto es propio de un profesor con conocimiento práctico experimentado (reflexión en la acción y sobre la acción).
El modelo de enseñanza es por tanto más dinámico y el docente interviene en un medio complejo, escenario vivo, con interacción de múltiples factores, y donde tiene que tomar decisiones técnicas, a la vez que analiza las consecuencias de su intervención.
Se debe entrar en la línea de mejorar la conducta docente y de enriquecer el pensamiento docente.
4.1.CONDUCTA DEL PROFESOR EN EL AULA
LA EFICACIA EN EL AULA
Al analizar la función docente del profesor de Educación Física, en relación a la eficacia en el aula, debemos partir de la dualidad conducta docente y pensamiento docente como ya hemos dicho anteriormente.
La capacidad para motivar, para corregir, para presentar las tareas, para organizar el aula, para controlar y gestionar la disciplina en el aula son algunas de las destrezas docentes que un profesor debe “saber hacer”.
Existe la necesidad de incorporar la competencia de reflexionar en la practica y también sobre ella, acercándonos con esto al estudio del pensamiento docente.
Diremos por ello que un profesor será eficaz en el aula en la medida que:
- Domine un repertorio de destrezas docentes que aplicará según las contingencias del aula.
- Tenga capacidad para analizar y reflexionar sobre las decisiones adoptadas, siendo con ello consciente de las razones y consecuencias de su intervención didáctica.
Eficacia docente en la enseñanza de la Educación Física es sinónimo de éxito pedagógico; en la actualidad es un concepto complejo. La eficacia en el aula, aún dependiendo principalmente del profesor, esta condicionada por el comportamiento y pensamiento de los alumnos, el contexto y el programa de enseñanza.
Para conseguir la eficacia en el aula se requiere:
Conseguir un alto porcentaje de tiempo dedicado a practicar el contenido de enseñanza; compromiso motor.
Plantear las tareas motrices con alto grado de individualización.
Desarrollar un clima positivo en el aula donde exista confianza entre profesor y alumno.
Plantear las estructuras organizativas de tal modo que la utilización del material y el espacio de práctica estén encaminados a favorecer el compromiso motor individual.
Proporcionar información técnica al alumno sobre las tareas de enseñanza, de forma clara y estructurada, previa a la ejecución de las mismas.
Proporcionar información frecuente y de calidad al alumno sobre la ejecución motriz realizada.
Estos rasgos descritos nos permiten determinar el grado alcanzado de eficacia en el aula. Esto permitirá que el docente reflexione sobre su práctica y pueda en consecuencia describir su propia conducta, valorar el grado de eficacia, identificar problemas y soluciones, etc.
DESTREZAS DE ENSEÑANZA
Es necesario que el docente adopte un comportamiento técnico, tanto en los elementos instruccionales (presentar las tareas, organizar el aula, corregir a sus alumnos), como en la interacción en el aula ( utilizando técnicas de modificación de conducta y mostrando una actitud empática y positiva).
Las destrezas docentes podemos conceptualizarlas como el conjunto de conductas técnicas que realiza el profesor en el aula y que la permiten enseñar con mayor eficacia. También denominadas competencias o habilidades docentes, reflejan el perfil didáctico del profesor.
Entre las destrezas docentes encontramos:
A) Presentación de las tareas de enseñanza.
El objetivo del profesor debe ser garantizar la comprensión de la tarea por parte del alumno, ofreciendo explicaciones concisas pero detalladas sobre los principios motores que rigen la tarea motriz. El tiempo no debe ser muy elevado, aunque si debe serlo por el contrario el dedicado a la práctica motriz. El profesor debe proporcionar al alumno un esquema mental de acción. Se debe procurar una relación de comunicación en torno a la tarea.
Existen unas fases de información inicial de la tarea:
o Ganar la atención de los alumnos.
o Introducción de la tarea.
o Explicación de la tarea.
o El lanzamiento a la tarea.
B) La corrección de la ejecución del alumno
Una de las funciones más complejas del profesor pero a la vez más necesaria es la relacionada con el feedback extrínseco que debe proporcionar el docente a los alumnos, para mejorar la ejecución de las tareas. El feedback tiene tres objetivos principales:
- Informar al alumno sobre como esta realizando la tarea, qué errores comete y cómo debe actuar en el siguiente ensayo.
- Reforzar la ejecución correcta del alumno, tratando de afirmar y mantener la ejecución exitosa.
- Incentivar al alumno para que continúe con el aprendizaje, no baje la atención y mantenga la motivación necesaria para la práctica.
Encontramos en esta etapa dos fases. Por un lado la observación de la ejecución del alumno en la que el profesor intentara detectar la diferencia entre dicha ejecución y la ejecución deseada; y por otro lado la impartición del feedback que la llevará a cabo una vez detectado el error.
C) Aprovechamiento del tiempo de práctica motriz. El compromiso motor del alumno.
Es una de las destrezas más importantes en la actuación docente de los profesores. Cuanto más tiempo dedique el alumno a realizar la actividad más posibilidad tiene de mejorar su nivel. El porcentaje de compromiso motor del alumno debe estar cercano al 70-80% del tiempo disponible para la práctica para que sea considerada como una clase óptima.
El profesor debe presentar las tareas, incluyendo la demostración y la explicación con brevedad, no extendiéndose en exceso, dado que estaría restando tiempo a la práctica motriz, que es el elemento central del aprendizaje, pero considerando que una adecuada presentación de la tarea beneficia al aprendizaje posterior, por lo que necesariamente en todas las sesiones debe dedicarse un tiempo para transmitir a los alumnos la información requerida para la práctica.
El profesor debe establecer rutinas organizativas que le lleven a movilizar el material y a los alumnos de forma eficaz.
Dentro del tiempo en la enseñanza deportiva encontramos:
- Tiempo previsto en el programa (currículum escolar)
- Tiempo disponible para la práctica (tiempo real de la sesión)
- Tiempo de compromiso motor del alumno (dedicado a la práctica motriz eliminando el de la presentación de actividades)
- Tiempo empleado en la tarea (relacionado específicamente con el objetivo, es decir, restando el calentamiento general)
D) La organización del aula de aprendizaje
Procedimientos formales que utiliza el profesor para movilizar y coordinar al grupo, con el objetivo de hacer más eficaz su enseñanza en la clase, procurando la máxima participación del alumno y una interacción afectiva positiva. Es importante que los docentes dominen esta tarea puesto que de ello depende la eficacia en la enseñanza.
D ebe existir gran participación individual, procurando que siempre participen el mayor número de alumnos que nos sea posible.
La información debe definirse claramente, definir también el recorrido por el espacio, las zonas de actuación, límites de la tarea, etc. Que faciliten la comprensión de la misma.
El material debemos distribuirlo teniendo en cuenta la madurez del grupo, estableciendo un lugar fijo en la pista, determinando las normas de utilización, haciendo que participen en la movilización del mismo y usando el mínimo tiempo posible en la distribución y recogida del mismo.
Debemos resaltar cuando comienza y termina la clase, delegar responsabilidades en alumnos, definir tareas con precisión lo que provocará el trabajo autónomo., garantizar continuidad y precisión y por último establecer un sistema de interacción.
4.2. PENSAMIENTO DEL PROFESOR
Este punto es importante puesto que todos debemos entender como se siente un profesor y que cosas se planea en cada momento de su profesión; en la planificación, en la programación, en el día a día.
El profesor es un sujeto reflexivo , racional, que toma decisiones, emite juicios, y que tiene creencias propias que va elaborando; lo que quiere decir que analiza su práctica docente. Ésta es una función muy compleja que requiere de la unión entre teoría y práctica. Entran en juego los valores (los cuales abarcamos en otro punto del trabajo de forma más profunda), las creencias, las teorías, los conceptos, y las formas de intervención en la práctica. Existen varias clasificaciones sobre el contenido del conocimiento profesional, pero eso supondría profundizar demasiado.
De forma general, las mayores preocupaciones del docente en educación física suelen ser la planificación de la sesión (temporalización, programa, objetivos, contenidos, control del grupo...), la tarea de enseñanza (falta de recursos didácticos, falta de soluciones pedagógicas...), la intervención didáctica (problemas comunes con la presentación de las tareas, problemas con el control del grupo, inseguridad, aumento del deseo de corregir al alumno), la organización en el aula, el control-gestión del aula y la motivación.
Con todo esto hemos podido resumir y conocer en profundidad tanto las destrezas que debe tener un profesor a la hora de enseñar como el pensamiento del mismo, lo cual condiciona a lo anterior.
5.- VALORES, ¿CUALES Y POR QUÉ?
5.1- VALORES EN LA EDUCACIÓN
Dentro de la educación surge un problema consistente en que muchos educadores desconocen como desarrollar y potenciar los valores. No hay instrumentos.
Hoy en día nos invaden numerosas crisis (económica, política, y también crisis de valores); nos damos cuenta que hay una contradicción entre lo que la educación propugna y lo que la sociedad manifiesta.
Existe una falta de valores y una incapacidad para descubrirlos en nuestra sociedad, la cual se esta convirtiendo en lo que llamaríamos una sociedad tecnológica, en la que los valores más estrechamente humanos se sustituyen por eficacia, eficiencia, progreso, éxito…
Ante esto surge una cuestión en la que nos planteamos si vale la pena enseñar e inculcar valores a unos niños que deberán moverse y destacar en una sociedad que no respeta ni cuenta con tales valores; ¿esto no será maleducar a esos niños?, ¿y como podemos recuperar esos valores?
Intentando responder estas cuestiones encontramos que algunos grupos no educan en valores. Debemos ayudar a los jóvenes a clarificar e identificar sus propias decisiones. En la escuela se hace algo más que dar clase, y se debe ayudar a los alumnos a que alcancen conscientemente conclusiones sobre valores.
Actualmente encontramos como decíamos al principio numerosas crisis en la sociedad, necesitamos una reorientación.
La manera cómoda y sencilla de poner situación a estos problemas sería asignarles el trabajo a escuelas, legisladores, profesores…; pero lo más correcto es pedir a todos los ciudadanos adultos que recuerden los ideales comunes y los asuman en la vida. A partir de ahí, lo más importante de todo es dar ejemplo. Un buen educador, una persona que eduque en valores positivamente, debe seleccionar de sus experiencias vividas las que crea positivas y transmitírselas a los demás.
Los objetivos según Puig (1992) residen en formar personas autónomas y dialogantes de manera que debemos formar un perfil caracterizado por lo siguiente:
o Desarrollar estructuras que permitan adoptar principios generales de valor (justicia o solidaridad).
o Adquirir competencias dialógicas
o Construir una imagen de sí mismo.
o Adquirir conocimientos y capacidades.
o Adquirir habilidades para hacer coherente el juicio.
o Reconocer y asimilar valores universalmente deseables.
o Comprender, respetar y construir normas de convivencia.
Para que todo esto adquiera un valor debemos transformar razonamientos en comportamientos y llegar a realizar lo que cada uno considera mejor.
Debemos educar en valores en la escuela no solo como un fin, sino como una necesidad en la educación.
Los valores se trasmiten más por el cómo que por el por qué; su mayor fuerza reside en el contagio.
5.2. VALORES EDUCATIVOS DEL DEPORTE
En una primera aproximación podemos decir que un acto educativo depende y está en función del pensamiento pedagógico que lo soporta. La ciencia del pensamiento es la filosofía, a ella debemos acudir para abordar los valores educativos sea cual sea la actividad humana requerida. Ya Aristóteles y Platón, o los más modernos: Dewey, Arnold, Thompson, o Carr, filósofos interesados por la educación, nos permiten lograr una aproximación científica al pensamiento pedagógico sobre el que puede descansar una práctica deportiva de altos valores educativos. Sobre esa base filosófica, deben fundamentarse otras ciencias empírico-conceptuales» que constituyan la personalidad del deportista/alumno. Por medio de ellas, debemos descubrir lo que la práctica deportiva aporta al sujeto que la practica, en referencia a su propia autonomía, de la que depende el conocimiento y dominio sobre sí mismo y en consecuencia, el de las cosas físicas que le rodean, así como las relaciones o valores, sociales, éticos, y estéticos que pueden adornarlas. Esta auto-estructuración se reduce al problema de la conversión en sí mismo, que es también el de la propia liberación. Como dice Hubert (1977): «Esta acción sobre sí mismo es posible porque el individuo pone en acción energías inherentes a su propia conciencia, puesto que ellas son las leyes mismas de su funcionamiento». Lo educativo de las prácticas deportivas no es el aprendizaje de sus técnicas o tácticas, ni siquiera los beneficios físicos y psíquicos de una buena preparación física que sustenta su rendimiento, sino que lo realmente y único educativo son las condiciones en que puedan realizarse esas prácticas que permitan al deportista /alumno comprometer y movilizar sus capacidades de tal manera que esa experiencia organice y configure su propio yo, logre su auto-estructuración. Pero, que el sujeto conozca, evalúe su auto-estructuración y sea consciente de que ella es posible sólo cuando la experiencia propuesta deja las opciones abiertas a las libres decisiones de la reflexión individual y a satisfacer la exigencia de crear una propia visión de esta experiencia. Ésta excede el marco de los fenómenos tratados y puede configurar sistemas de categorías cognitivas que irán definiendo una auto-estructuración de la personalidad del que ha vivido así la práctica. Por lo tanto, las condiciones en las que se practiquen las tareas del aprendizaje deportivo es lo educativo, pues es lo que conduce a la auto-estructuración de una o otra forma de la personalidad del deportista/alumno, mientras que la técnica y la táctica no son más que una consecuencia, producto de la interpretación en una época, que permite conocer aquel medio que estadísticamente es más eficaz para alcanzar el fin deseado. Este conocimiento debe dárselo el entrenador/profesor al deportista/alumno, pero en una situación que permita ir más allá que la simple ejecución del modelo, que permita una experiencia abierta a las condiciones ya antes indicadas. Los valores educativos del deporte no son aquellos que de manera habitual se le atribuyen de forma exógena: salud, compañerismo, respeto a las normas..., sino, esos otros que de forma endógena se van configurando en el individuo gracias a las condiciones en las que practicó esa especialidad deportiva. Debemos no adjudicar ciertos valores educativos a tal deporte, y tales otros a aquel otro; este o aquel deporte será más o menos educativo, no por su riqueza en gestos técnicos, no por su táctica, sino, por cómo ese entrenador enseña esa especialidad, y en qué situaciones desarrolla su competición. El entrenador/profesor debe conocer, con el apoyo de las ciencias específicas, las distintas estructuras humanas que compromete con sus propuestas y sobre todo cómo funciona su interacción, para que su actividad no esté sujeta a mitos ideológicos, sino que esté respaldada por el conocimiento científico. Parte de este conocimiento tiene que llegar al deportista/alumno para que de esta forma, entrenador/profesor y entrenado/alumno compartan la misma filosofía educativa.
5.3. DESARROLLO DE VALORES SOCIALES Y PERSONALES EN LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE
El deporte influye en todos los estilos de vida de los miembros de la sociedad. Por eso, dentro de la escuela favorece la capacidad de aceptar valores morales y éticos a través del comportamiento aprendido como deportista, y establece comunicaciones verbales y no verbales mediante el desarrollo de un lenguaje específico y de unos gestos.
Frente a este planteamiento, otros autores exponen que el énfasis en la victoria puede desviar la atención de la variedad y motivaciones con que se participa en el deporte escolar en la que algunos alumnos desean participar y divertirse y otros ganar campeonatos (Devís, 1995).
Por este motivo, Martín Lee (1990), resalta el interés y preocupaciones actuales por las normas de conducta, tanto en la sociedad general como en el deporte, preocupaciones que derivan en el desprecio por las normas y el interés creciente de los programas deportivos infantiles y juveniles en los que supone un excesivo énfasis en el triunfo, sin prestar atención a los principios del disfrute y del juego limpio. Tales circunstancias han inducido a centrar la atención sobre programas deportivos orientados hacia los niños y que establecen modelos de comportamiento para promocionar los valores y las actitudes a favor del deporte y de la sociedad.
Coincidiendo con Lee (1990), y basándonos en que cualquier actividad que se realice durante los años de formación de un individuo producirá un impacto educacional, el deporte es una de las influencias a considerar en la educación de la juventud, y para muchos la más importante aparte del colegio. Sin embargo, el carácter educativo que pueda alcanzar el mismo, dependerá entre otros factores, de la manera en que los niños y jóvenes han de enfrentarse al dilema del juego limpio, es decir decidir entre el respeto de las normas del juego, o saltarse las reglas establecidas con el único fin de ganar. Para que se dé el desarrollo moral en un contexto deportivo, deben idearse estrategias de razonamiento moral que vaya más allá de la convención social. Esta hace referencia al aprendizaje de los valores que tradicionalmente se han difundido del deporte que sólo se limitan al cumplimiento de las normas necesarias para su práctica, sin que en ello exista algún razonamiento que justifique la necesidad del respeto por los mismos.
5.4. VALORES SOCIALES Y PERSONALES MÁS PROPICIOS DE ALCANZAR A TRAVÉS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE
A partir de los resultados obtenidos por las investigaciones realizadas por M. Gutiérrez San Martín (1995), estos autores concluyen en que los valores más propicios de alcanzar a través de la Actividad Física y el Deporte son los siguientes:
Valores sociales: Participación de todos, respeto a los demás, cooperación, relación social, amistad, pertenencia a un grupo, competitividad, trabajo en equipo, expresión de sentimientos, responsabilidad social, convivencia, lucha por la igualdad, compañerismo, justicia, preocupación por los demás, cohesión de grupo.
Valores personales: Habilidad (forma física y mental), creatividad, diversión, reto personal, autodisciplina, autoconocimiento, mantenimiento o mejora de la salud, logro (éxito-triunfo), recompensas, aventura y riesgo, deportividad y juego limpio (honestidad), espíritu de sacrificio, perseverancia, autodominio, reconocimiento y respeto (imagen social), participación lúdica, humildad, obediencia, autorrealización, autoexpresión, imparcialidad.
En coherencia con lo anterior, estos autores aportan algunas recomendaciones que deberían tener en cuenta los profesores y educadores físicos para que el deporte pueda potenciar la transmisión de algunos de los valores antes mencionados:
Potenciar la idea de que la Actividad Física, en general, es un hábito recomendable, por lo que debe intentarse inculcarlo como sistema de vida, junto con otros repertorios de conductas habituales.
Ayudar, sobre todo a los más pequeños, a resolver la cotidiana contradicción entre la competición y la cooperación, enseñándoles que el respeto a los demás y a las reglas es lo que da sentido al juego y proporciona satisfacción.
Procurar crear, en la clase o en el gimnasio, una atmósfera de tolerancia que facilite la comprensión de la igualdad entre géneros.
Intentar ser creativos a la hora de proporcionar actividades cooperativas más que competitivas, sin que ello lleve a la eliminación absoluta de la pugna por alcanzar un objetivo.
Aprovechar lecciones ocasionales que ayuden a los alumnos y deportistas a interpretar más adecuadamente los acontecimientos deportivos de mayor actualidad y trascendencia.
Por último, estos autores expresan un concepto que creo es muy útil transcribir:
"La Actividad Física y el Deporte, por sí mismos, no son generadores de valores sociales y personales; sí son excelentes terrenos de promoción y desarrollo de tales valores. Dependiendo siempre del uso acertado o no, que de la Actividad Física se haga, se promocionarán valores loables para la persona y su colectividad o por el contrario detestables para sí misma y su contexto sociales necesario entonces, comprometerse, empeñarse en el hecho de educar y promocionar los valores sociales y personales cuando se practican Actividades Físicas y Deportivas".
6.- CONCLUSIONES
El profesor es una figura fundamental y altamente influyente en todos y cada uno de los niños que pasan por la escuela. Junto con los padres y a paso casi de tortuga van labrando sin notarse nuestra forma de ser, nuestra forma de actuar, los comportamientos en la vida cotidiana, las normas básicas, los valores, las costumbres, las tradiciones, las formas, etc. Gracias a esta labor todos y cada uno de nosotros hemos podido formar parte de la sociedad de una manera más o menos civilizada, pudiendo encauzar nuestra vida por unos senderos u otros en etapas más avanzadas en las que la base de sustentación en lo que a educación se refiere ya estaba construida.
Sin duda no solo padres y profesores influyen en nuestra formación, ya que como hemos visto a lo largo del trabajo existen muchas variables que afectan directamente a dicha formación. Por ello, no siempre un niño que recibe una educación correcta por parte del conjunto padres-profesores resulta ser una persona ejemplar a la hora de valerse por sí mismo. Muchos factores intervienen y condicionan la educación, como pueden ser la sociedad, los medios de comunicación, las amistades que se van fraguando, las experiencias vividas, la zona en la que se habita, el temperamento y la forma de ser de cada individuo, la raza, posibles disminuciones físicas o psíquicas, el maltrato en las escuelas entre alumnos, el desprecio a determinados individuos y consecuente aislamiento por parte de los compañeros, las drogas y su fácil acceso, el aumento de libertades en el tiempo libre, el cambio en los valores...e infinitas variables que podría seguir numerando y que hacen a cada individuo de una u otra manera.
Queda claro por tanto que el profesor es una figura muy importante en la sociedad actual. Sin embargo, cada vez más estos factores de los que acabamos de hablar, cobran más peso en la vida de los alumnos y están cada vez menos al alcance de padres y profesores. Esta tendencia viene produciéndose desde hace unos años y en mi opinión es de difícil solución. Supone una gran problemática para la sociedad actual y en líneas generales hay una sensación de poco control y tendencia a la negatividad en lo que se refiere a búsqueda de soluciones y paliación de problemas por parte de las personas a las que les compete, que somos todos. Hay que tener claro que es un problema social y lo debe solucionar toda la sociedad en un esfuerzo común y persiguiendo unos objetivos comunes. Evidentemente esta propuesta es de gran dificultad.
Puesto que nosotros somos los futuros educadores debemos tener claro “lo que se cuece” y entrar con ganas dentro del mundo de la docencia. Aunque parezca que todo esta “perdido” y que hay que conformarse con lo que hay, pienso que esa sería la postura más cómoda para todos nosotros y solo conseguiría la continuidad de la progresiva disminución de la calidad educativa. Solo y únicamente si aunamos nuestras ganas y fuerzas por cambiar un poquito las cosas será posible conseguir algo aunque mínimo. Lo que si es claro es que si nosotros, futuros profesores y padres nos quedamos con los brazos cruzados ante la actual problemática dentro del sistema educativo, estamos perdidos.
Sabemos que contamos con grandes dificultades para encauzar a los alumnos y que surjan personas emprendedoras y con valores positivos, pero eso no quiere decir que no seamos capaces de hacerlo. Lo que hay que tener bien claro es que debe ser un esfuerzo y un trabajo común.
Hay que poner soluciones. Nos enfrentamos a un avance sociológico que casi da miedo, pero es la pura realidad.
Con nuestro esfuerzo debemos procurar según mi opinión y de forma general lo siguiente:
- Mejorar el bienestar en general y fomentar el entendimiento y la capacidad humana.
- Aumentar la inteligencia de los estudiantes por medio de la búsqueda disciplinada del conocimiento.
- Ser persistente en el compromiso de promover el respeto por todos los estudiantes.
- Hacer que los demás entiendan y valoren mejor la práctica educativa física
- Contar con que a veces los esfuerzos ofenderán y encontrarán prejuicios, y además tendrán que enfrentar argumentos enfocados a desalentar y a disminuir la esperanza.
Tenemos un gran poder como futuros profesores y una gran responsabilidad; debemos ser desde este mismo momento muy conscientes de ello. Para concluir y en relación con esto último voy a citar unas palabras de Haim Ginott en su obra Profesor y niño que demuestran dicho poder :
"Como maestro, he llegado a la terrible conclusión de que soy el elemento decisivo en el aula. Es mi enfoque personal diario lo que crea el ambiente. Es mi humor diario lo que establece el clima. Como maestro poseo el poder tremendo de hacer la vida de un niño miserable o alegre. Puedo ser un instrumento de tortura o un instrumento de inspiración. Puedo humillar o animar, lastimar o curar. En todas las situaciones es mi respuesta la que decide si una crisis aumentará o se reducirá, y si un niño será humanizado o deshumanizado".
7.- BIBLIOGRAFÍA
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Ø Fernández Pérez, M., “Evaluación y cambio educativo: análisis cualitativo del fracaso escolar” Ed. Morata (1986)
Ø Gutiérrez, M. “Valores sociales y deporte: la actividad física y el deporte como transmisores de valores sociales y personales”. Madrid, Ed. Gymnos. (1995)
Ø Jimmy R. Marín “Educación con ganas: el poder del maestro” La opinión digital. Educación. Revista digital 21 de agosto de 2006 (www.laopinión.com/educación)
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